Fisiología reproductiva hembras

Las perras se consideran monoéstricas estacionales ya que solo tienen un celo por estación reproductiva, primavera y otoño. Todavía existen confusiones en la subdivisión del ciclo estral en la perra. Inicialmente se planteó que el ciclo de la perra se puede dividir en cuatro fases según manifestaciones externas: Proestro, Estro, Metaestro y Anestro.


1. Proestro: A un período de inactividad sexual (anestro) sigue el proestro, que se identifica por aumento de tamaño de la vulva y un corrimiento muco hemorrágico (comienzo del sangrado). Aunque la perra atrae a los machos por medio de jugueteos y escapes, tiene la vagina tapada con la cola y no acepta la monta mostrando los dientes. La duración media es de 9 días (rango de 2-27 días).

2. Estro: En el estro, es el período en el que la perra acepta la monta, la vulva está aún más aumentada de tamaño y turgente, y el corrimiento vulvar es de color pajizo. La duración media es de 9 días (rango 3-21 días). En lo que es comportamiento cambia de agresiva a totalmente pasiva. Se produce en la transición del proestro al estro, el pico de LH y la ovulación ocurre a las 24 a 48 horas del pico, también se establece en la bibliografía que es aproximadamente a los dos días de comenzado el estro.(VER CÓMO DETECTAR OVULACIÓN)

3. Metaestro: Si no tiene lugar la gestación el estro es seguido del metaestro, donde la perra, ya no es atractiva para el macho por un efecto marcado de la elevada progesterona en sangre. La duración media de esta etapa metaestro es de 90 días (rango 60-110 días). Este último acaba en forma imperceptible en el anestro.

4. Anestro: Es un período de inactividad sexual, cuya duración es variable con una media de 75 días.

La duración de cada fase del ciclo estral puede ser variable. Sólo la fase del post-estro (todavía llamada, a veces, metaestro o diestro), correspondiente a los perídos de gestación y lactancia, tiene una duración relativamente estable (120 +/- 20 días). El celo, que abarca las fases de proestro y estro, dura, en promedio, tres semanas, pero esta duración depende del momento en que se produce la ovulación, variable de una perra a otra, y, en una misma perra de un ciclo a otro. De manera que si una perra ovula una vez 12 días después de las primeras pérdidas de sangre, no hay que suponer que en el ciclo siguiente la ovulación se producirá después del mismo plaso. En efecto, alrededor del 20% de las perras ovulan de manera más precoz o más tardía.
El intervalo normal entre dos ciclos varía entre 5 y 10 meses, dependiendo de la duración del anestro. Existe una variabilidad racial desde 4 meses de intervalo en el Pastor Alemán hasta una vez al año en el Basenji. La duración de la gestación es de 63 días, con una variabilidad de 54 a 72 días si se considera desde el momento de la monta.
Los ovarios de las perras comienzan a secretar progesterona algunos días antes de la ovulación. La concentración sanguínea de esta hormona aumenta entonces progresivamente, se produzca o no fecundación. Las determinaciones de progesterona permiten entonces detectar la ovulación, pero no la gestación.
El ovocito ovulado es aún inmaduro, por lo que necesita 2-5 días para completar la maduración y ser fecundable. Los espermatozoides que son originarios del semen fresco pueden permanecer viables por 4-5 días, pero si se utiliza semen congelado la viabilidad no supera las 12-24 horas, por lo que se debe ser muy exacto en la utilización del mismo, con relación al tiempo óptimo de inseminación artificial.
La pubertad se alcanza en el entorno de los 6 a 7 meses de edad (rango 4-22 meses). Las razas pequeñas tienden a presentar el primer celo a los 6-10 meses, pero las razas grandes comienzan a ciclar a los 18-20 meses de edad. Las perras ciclan a lo largo de toda la vida desde la pubertad, pero puede disminuir la fertilidad después de los 7 años de edad.
Existe una gran variedad individual en la duración de las diferentes etapas del ciclo estral así como en la intensidad de los signos externos de "celo". Además, el metaestro no presenta signos externos identificables, lo que imposibilita determinar con exactitud su inicio o finalización. Todo esto determina una gran dificultad para identificar las etapas del ciclo estral. Como herramienta de gran utilidad para salvar esa dificultad tenemos el examen del frotis vaginal o la determinación hormonal.

Control hormonal del ciclo


La actividad cíclica innata del hipotálamo constituye la base hormonal de control, y es sensible tanto a cambios externos como internos en el animal.
Durante el anestro los niveles de estrógeno oscilan entre 5-15 pg/ml y los de progesterona 0,5-1 ng/ml. La FSH es segregada durante las 2-3 semanas previas al inicio del proestro en pulsos de frecuencia creciente. Esta controla el desarrollo de los folículos, que a su vez segregan principalmente estrógenos, pero también progesterona, a medida que alcanzan la madurez.
Los niveles bajos de estrógenos causan un efecto rebote positivo sobre la adenohipófisis, estimulando a segregar FSH, que da lugar al crecimiento y desarrollo folicular y a su vez a niveles crecientes de estrógenos (niveles que oscilan entre 25-60 pg/ml durante el proestro). Este proceso continúa hasta la madurez de los folículos, cercano a la ovulación. Ya en esta fase, los altos niveles de estrógenos causan un efecto rebote negativo que inhibe la secreción de FSH y desencadena la liberación de LH en un gran pulso que determina la ovulación (2-4 ng/ml de progesterona). La ovulación se da entre 3-27 días pos inicio del proestro con niveles de 4-10 ng/ml de progesterona en sangre, lo que plantea una enorme variación.
El folículo que ovuló, se transforma en un cuerpo lúteo, que segrega altos niveles de progesterona en sangre y a su vez ejerce un efecto rebote negativo sobre la secreción de LH, la cual mantiene al cuerpo lúteo hasta el día 35, pero los niveles decrecientes ejercen un efecto rebote positivo sobre la liberación de prolactina, que mantiene el cuerpo lúteo después del día 35. Los cambios hormonales en el ciclo de la perra pueden predisponer a dos patologías: Piómetra y Seudogestación.
Particularidades en la perra:
  • Duración variable de cada etapa del ciclo estral.
  • Antes de la ovulación hay bajos niveles de progesterona en aumento, producida por los folículos (luteinización preovulatoria) y niveles decrecientes de estrógeno, que determinan el inicio del estro.
  • Maduración ovocitaria pos-ovulación.
  • Hay un largo período de dominancia de la progesterona, ya que en el útero no se produce el factor luteolítico por lo que hay una luteólisis progresiva.
  • Similitud de los ciclos en perras gestadas y no gestadas. 

Bibliografía:


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