Cuidado del cachorro

1.Alimentación

La alimentación es fundamental para el buen desarrollo y mantenimiento de su perro. Ofrézcale siempre alimentos nutritivos. Su perro puede ser alimentado con dieta natural (ver información anexa para hacerlo correctamente) o con alimento balanceado adecuado para su edad. Nosotros utilizamos y recomendamos EUKANUBA puppies hasta el año de edad y luego EUKANUBA adults.

Hasta los 3 meses: 4 raciones diarias con intervalos de entre 4 y 6 horas. La cantidad es de aproximadamente 400 gramos diarios.
Entre 3 y 6 meses: 3 raciones diarias. Aumentar la cantidad a 500 gramos.
Después de los 6 meses: 2 raciones diarias. La cantidad continúa alrededor de 500 gramos por día.

No le de la comida ni muy fría ni muy caliente, la temperatura ambiente es la ideal. Tampoco lo alimente en exceso, ni le deje comida siempre a su disposición. Dele de comer siempre en el mismo horario y si no come en un tiempo determinado, retire el plato de comida y devuélvaselo cuando toque la siguiente ración. La obesidad en los cachorros es un factor de riesgo muy alto para futuros problemas óseos y articulares. Recuerde que el labrador en general es un perro muy glotón y difícil de saciar. No le ofrezca comida a requerimiento, limítelo a las comidas necesarias de acuerdo a su edad. No dé de comer desde la mesa e intente no alimentar con comida de humanos o sobras. Esto sólo dará como resultado un perro que babea, pide todo el tiempo, molesta y no entiende su verdadero lugar en la manada humana.
Déjele agua fresca y limpia siempre a su disposición. Los bebederos son una buena opción para evitar que juegue y derrame el agua y la mantiene limpia. Si su cachorro tiene la incontrolable (y habitual) necesidad de meter sus patas en el agua, póngale el bebedero a la altura de su cabeza.


2.Vacunación

A las 6 semanas (42 días): 1ª dosis de Quíntuple (Moquillo, Adenovirus tipo 2, Parainfluenza, Parvovirus, Leptospirosis)
A las 9 semanas (63 días): 2ª dosis de Quíntuple
A las 12 semanas (84 días): 3ª dosis de Quíntuple + Antirrábica
A las 15 semanas (105 días): Refuerzo Quíntuple (4ª dosis) + Tos de las perreras (si se desea)
Repetir anualmente un refuerzo de vacuna Quíntuple y Antirrábica.

Es importante administrar las vacunas en Clínicas Veterinarias, con médicos
veterinarios matriculados, así el perro queda inmunizado correctamente.
No exponga su cachorro a lugares públicos o a la convivencia con perros que usted no conozca. La infección por Parvovirus y Moquillo es frecuente y es mucho más fácil de adquirir que lo que uno cree. Hasta la cuarta dosis de vacuna, su cachorro no está inmunizado. Acuérdese de sólo llevarlo a la calle o a los parques después de que hayan pasado 15 días de la última vacuna (a los 4 meses, siguiendo el calendario correctamente).


3.Desparasitaciones

A los 14 días
A los 28 días
A los 45 días
A los 60 días, con la segunda dosis de vacuna, haga un examen parasitológico de las heces para valorar la necesidad de administrar algún antiparasitario específico.
Recomendamos desparasitar de por vida al perro, cada tres meses.


4.Ejercicios

Deben ser leves hasta los seis meses de edad, o sea, el perro debe moverse solito, corriendo, andando, parando a la hora que quiera. Antes de esa edad, nada de caminatas. Después de los siete meses, puede ser sometido a un programa leve de ejercicios. El mejor es la natación. Nada de llevar al cachorro cuando vamos en bicicleta.Procure por lo menos una hora por día de actividad media, para que el labrador pueda ejercitar sus músculos y se distienda. Además, los momentos más divertidos que pasará con él son al aire libre y jugando! Si su casa no es lo suficientemente grande, con patio, para que éste pueda correr, procure sacarlo a caminar o al parque.
Cuidado con los adiestradores, generalmente son personas mal formadas, con métodos arcaicos. Un trauma en esta edad puede costar caro al temperamento y al comportamiento del perro. No se olvide de que los labradores adoran el agua. Si usted tiene pileta en casa, tenga cuidado los primeros días. Fíjese que el cachorro descubra dónde es la salida de la pileta y que tenga siempre a disposición una escalera para salir, en caso de caída accidental.


5.Higiene

El mantenimiento de un labrador es sencillo. No requiere de baños habituales (no más de uno al mes!!!), pero sí de un cepillado regular, puesto que pierde gran cantidad de subpelo, en especial en época de muda. Al cepillarlo elimina el pelo suelto, evitando que se desparrame por todas partes. El labrador cuenta con un manto muy particular, con una grasitud única (similar a la de los patos), dado que es un perro de agua. Si nosotros eliminamos esa gratitud con detergentes y shampooes muy frecuentemente, su organismo fabricará más y más sebo, haciéndolo cada vez más oloroso y su pelo estará cada vez más seco y opaco. Aproveche el manto autolimpiante del labrador!!! Déjelo ensuciarse y mojarse, que es lo que él más adora en el mundo! Lo único que necesita es un ratito para esperar que se seque antes de que vuelva a ser el de antes y pueda volver a entrar en el auto o en la casa.


6.Soledad

Evite dejarlo solo. Los labradores sufren mucho la soledad. Sin embargo, un acostumbramiento paulatino es muy saludable para ambos. Empiece por periodos cortos y siempre déjele a su alcance juguetes con que entretenerse y la TV o radio encendidos, se sentirá más acompañado y entretenido. Intente buscar una habitación de la casa o patio en donde pueda estar fuera de peligro (Ej: sin cables que pueda morder, plantas tóxicas, elementos pequeños que puedan hacer que se aspire) y donde no tenga al alcance cosas que no quieres que rompa. Un labrador solo y aburrido puede ser una verdadera máquina de destruir, debido a su gran inteligencia y fuerza

7.Ociosidad y cambio de dientes

Hasta los cuatro meses de edad, estará en la etapa de cambio de dientes de leche por los definitivos, experimentando una fuerte necesidad de morder todo constantemente. No permita que usted sea objeto de las mordidas. La mejor forma de evitarlo y de una manera que pronto entenderá, es hacerlo como lo harìa su madre, es decir, sacúdalo del cuello, suavemente, y emita un gruñido. Ese es el modo en que las madres les enseñan a sus hijos lo que está mal.
Provéalo de juguetes para su entretenimiento. La ociosidad puede ser motivo de destrozos, además necesita ejercitar su creatividad. Enséñele trucos y juegos. Esto es muy importante para que el Labrador desarrolle su enorme inteligencia. Además aprende super rápido!!!

8.Educación

El mejor método para educar a su perro es por medio de recompensas más que de castigos. Cuando haga algo reprochable, si lo descubre en el momento, digale un NO! Rotundo y muéstrele lo que debe hacer. Cuando adquiera el buen hábito o realice algo correcto, felicítelo efusivamente y, si puede, dele un premio. Este sistema es el más efectivo para la enseñanza. Su labrador buscará constantemente complacerlo, pero para ello tiene que demostrarle qué es lo que a usted le agrada. Un buen NO! A tiempo y la correspondiente felicitación es más eficaz que cualquier reto o castigo. La lógica de los perros es siempre la de la manada y él intentará ser el líder de su familia. Muéstrele que usted es quien manda y que todos los miembros de su familia (inclusive los niños) se ubican por encima de él en la jerarquía. Esto lo ayudará a entender más a su perro, para que él sea más equilibrado, y evitará accidentes futuros.
El Kennel Club de la ciudad de Santa Fe ofrece un curso de Adiestramiento Básico, que comienzan el primer sábado de cada mes. Tiene un costo irrisorio y una duración aproximada de 5 meses. Infórmese en la Secretaría del Club (Pedro Vittori 4330 – Tel. 4550948) de lunes a viernes de 17 a 20 o los sábados de 16 a 19.

9.Cariño

Mímelo mucho, álcelo las veces que le plazca, hágale sentir cuánto lo quiere. Las demostraciones de amor y de afecto le serán devueltas por su labrador de manera inconmensurable.

Por último,

Preste atención a los consejos que le dé el criador y recurra a él las veces que sea necesario, puesto que él tiene un conocimiento superior de la raza y lo va a poder orientar con sus dudas.
Contacte a un veterinario que le de confianza y seguridad. Las visitas regulares para control son más eficaces que cualquier tratamiento posterior. No olvide controlar el carnet de vacunación y desparasitaciones, para realizarlas a tiempo.