A todos mis perros: ¡gracias!

Ada y Bella en un atardecer en casa
Va llegando al final un arduo día de trabajo, que paradójicamente debía ser mi único día libre de la semana. Es que a pesar de todo, decidí dedicárselo a mis queridos amigos que me acompañan siempre, sin cuestionar si hago bien o mal las cosas, si pongo tal o cual cara, si estoy contenta o triste, si estoy flaca o gorda, si salímos a jugar hoy o no... Así que no me molesta que me duelan las piernas como si hubiera corrido una maratón, estar quemada con la remera marcada como un "palito de la selva", acostarme muerta sabiendo que mañana a las 8 tengo que estar en el hospi nuevamente, ni haber obtenido unos resultados más bien pobres esta vez. Es que me sentí feliz de jugar con ellos, de atenderlos en casa, de llevar a mis gordas a la Expo yo solita y presentarlas. Ya vendrá más práctica, más experiencia, mejores resultados. Sólo hubiera amplificado el bienestar si Pedrito y Martín me hubieran podido acompañar. Esta vez no se pudo, será la próxima. Y será una gran fiesta. Hoy sólo quiero agradecerles a ellos: Blossom, Java, April, Maui, Ace, Ada, Bella, Carlota y, por supuesto, a la adorable Elis que ya nos nos acompaña y la diosa de Lea. También a aquéllos, los de mi infancia, que me llenaron de tantas alegrías: Manchas, Lobito, Coquito, Tic y tantos tantos otros que me hicieron desear estar siempre acompañada de mis adorados amigos. Que nunca me falten, que siempre pueda atenderlos y protegerlos como se merecen. ¡Gracias amigos caninos!!!